Muchos trihalometanos son considerados peligrosos para la salud y el medio ambiente e incluso carcinógenos. La normativa de la Comunidad Europea establece que no se deben superar los cien miligramos de trihalometanos por litro de agua para el consumo.
Algunos se utilizan en la industria como disolventes o refrigerantes.
En España, la presencia de trihalometanos es especialmente preocupante en la vertiente mediterránea, donde la escasez de agua obliga a utilizar aguas superficiales (de los rios) para el consumo humano. Al estar a menudo las aguas superficiales muy contaminadas por residuos orgánicos, la desinfección con cloro realizada en el proceso de potabilización comporta que la formación de trihalometanos sea relativamente importante
Con un equipo de ósmosis inversa filtramos todos estos componentes que son dañinos para la salud, ademas de otros y nos aseguramos de beber un agua saludable.
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